Volvería, Mujer, volvería al abandono de tus brazos, aunque me hicieses pedazos,
volvería, arrastrando mi culpa como un perro muerto, volvería, con toda mi vida
en los bolsillos, como un circo, como un petardo, como un traje funerario,
volvería, sin duda volvería ensimismado como vuelven los jóvenes combatientes
trasnochados por las bombas, volvería gritando ya no tengo sueño, ya no tengo
hambre, ya no tengo remedio, escondido entre una nube de viudas delirantes,
remolcando mis botas por un compas de
enmarañados recuerdos, con las uñas largas por si desfallecen las piernas,
volvería ciego como un espejo, como una mala apuesta, volvería murmurando, ese
cura gordo se ha tragado mi buena estrella y camina tambaleante con una sonrisa
en la boca y ¿qué hay del resplandor en mis ojos? A mí no me abras si vuelvo
borracho, Mujer, todo se ha vuelto oscuro en la ciudad de mis entrañas pero yo
volvería, si, volvería cargado de sujetadores grandes, botellas rotas,
calcetines reciclados, volvería sin camisa, sin sexo, convertido en un aire
pálido, débil, escurridizo, lleno de indigestos remordimientos, con un reloj
suizo sin pájaro plantado en el pecho, con un pasado lánguido de apático
oficinista, sin haber pagado la hipoteca, volvería desorientado, deslucido, apagado,
piedra fría entre la lumbre apagada de mis sueños, gritando el hombre que soñé
se escurre por las rendijas de mis manos, volvería, Mujer, sólo así volvería
Barcelona/2008