La luna no menguó...



La luna no menguó,
mis ojos viciados con el color de los pozos.

Todo pasó mientras pensaba:
¿Dónde? ¿Por qué?

Entonces se rebelaron los espejos,
me convertí en el vil
despecho de mis sombras.

Viajé,
Madrid, Buenos Aires, Montevideo,
el diablo se extiende
como la gran Pampa Argentina,
nada sustenta los hilos de mi cordura,
ignotos aullidos se esfuman por mi boca.

No volveré a mí.
amaré hasta consumir el amasijo de mis dientes.

Enciérrenme,
aten mis brazos y mis pìernas,
traigan hombres y mujeres de batas blancas,
alineen los crucifijos en puertas y paredes,
sellen las salidas,
aíslenme,
protejan a las vírgenes de mis endiablados miembros.

La luna no menguó,
el delirio de las bestias incendia los conductos de mi sangre.
Enciérrenme,
mi amor es una huida frenética de animales moribundos.

No volveré a mí,
amaré hasta acabar con el oficio de mis órganos.


Barcelona/Buenos Aires/2008/2011 




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