Y en las horas más ruidosas de la razón,
todavía existe un incesante susurro: Te amo;
único consuelo y soliloquio del corazón.
Vos moldeas mi esperanza, vestida en mi interior;
liderando todas mis palpitaciones, fluyendo en mi dolor.
todavía existe un incesante susurro: Te amo;
único consuelo y soliloquio del corazón.
Vos moldeas mi esperanza, vestida en mi interior;
liderando todas mis palpitaciones, fluyendo en mi dolor.
Vos yaces en mis muchos pensamientos, como la luz,
como la dulce luz del crepúsculo,
o la visión anticipada del verano rompiendo en el arroyo
nubes reflejadas en un lago.
como la dulce luz del crepúsculo,
o la visión anticipada del verano rompiendo en el arroyo
nubes reflejadas en un lago.
Y mirando hacia el cielo que se arquea sobre vos,
muy a menudo, bendigo al Dios que me ha hecho amarte así.
muy a menudo, bendigo al Dios que me ha hecho amarte así.
Madrid/2011
Hermoso, no se puede grabar y ponerlo con tu voz?
ResponderEliminarbello, bellisimo susurro...imperceptible soliloquio del corazón que fluye delicadamente dejando huellas gravadas en el alma...
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