Consuelo y soliloquio del corazón...





Y en las horas más ruidosas de la razón,
todavía existe un incesante susurro: Te amo;
único consuelo y soliloquio del corazón.

Vos moldeas mi esperanza, vestida en mi interior;
liderando todas mis palpitaciones, fluyendo en mi dolor.

Vos yaces en mis muchos pensamientos, como la luz,
como la dulce luz del crepúsculo,
o la visión anticipada del verano rompiendo en el arroyo
nubes reflejadas en un lago.

Y mirando hacia el cielo que se arquea sobre vos,
muy a menudo, bendigo al Dios que me ha hecho amarte así.


Madrid/2011

2 comentarios:

  1. Hermoso, no se puede grabar y ponerlo con tu voz?

    ResponderEliminar
  2. bello, bellisimo susurro...imperceptible soliloquio del corazón que fluye delicadamente dejando huellas gravadas en el alma...

    ResponderEliminar