Despedida...








Así es, no volveremos a vagar
tan tarde en la noche,
aunque el corazón siga amando
y la luna conserve el mismo resplandor.

Y el alma consume el pecho,
también el corazón debe detenerse a respirar,
e incluso el amor debe descansar.

Los días retornan demasiado rápido
y aunque la noche fue hecha para amar,
aún así no volveremos a vagar
bajo la luz de la luna.


Madrid/2011





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