Las calles en su muchedumbre solitaria,
acompañan este caminar de respires de contaminados aires,
que recuerdan lo que fui hace tiempo, lo que vuelvo a ser.
No hallo consuelo en el mirar distraído de la gente,
no hallo la mirada de consuelo de la gente.
El mundo muchas veces se pone al revés,
todo lo que queremos no siempre puede ser.
¿Renuncias al amor?
¿Es que acaso tu rendir va asociado a tu no ser?
¿Hace cuánto no miras el cielo?
¿Hace falta amor para hacerlo?
Si el descontento es tu hastío,
toma las riendas de tus sentires y asómate a la ilusión,
será justo en esa sola ventana que podrás hallar el sosiego
en las tristes horas de soledades y recuerdos.
Hace mucho, pero no mucho era todo tan alegre.
¿Qué pasó?
¿En qué momento todo se convierte en inútil borrasca de hollín y nubes negras?
El frío no hace más que presentar el hielo de tu corazón ansiado de calor.
Mis vísceras se desgarran en la intimidad de la inocencia que,
sabiendo a lo que se atiene, no dejan de sentir y sentirte.
Mi voz se quiebra ante el poco retorno de tu voz,
y es que tu cuerpo puede llenar mi vida,
como puede tu risa volar el opaco muro de la tristeza,
una sola palabra tuya quiebra la ciega soledad en mil pedazos…
Sin camisa, sin aliento, sin nada, acudo a la hora exacta de mi partida…
Montevideo/2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario